¿Qué es un ataque al corazón? ¿Cuáles son los síntomas de un ataque cardíaco?

¿Qué es un ataque al corazón? ¿Cuáles son los síntomas de un ataque cardíaco?
Infarto de miocardio; Es la interrupción del flujo sanguíneo al músculo cardíaco debido a la oclusión o estrechamiento excesivo de los vasos coronarios, que son los responsables del oxígeno y el soporte nutricional del corazón.

El corazón, que se sitúa en la caja torácica, ligeramente a la izquierda de la línea media del tórax, y que tiene una importancia vital, es un órgano con estructura muscular. El peso de este órgano, que bombea casi 8.000 litros de sangre a la circulación contrayéndose una media de 100.000 veces al día, es de 340 gramos en los hombres y de aproximadamente 300-320 gramos en las mujeres. Debido a cualquier defecto en la estructura del corazón, pueden aparecer enfermedades de las válvulas cardíacas (enfermedades valvulares), enfermedades del músculo cardíaco (miocardio), enfermedades cardíacas como ataques cardíacos relacionados con los vasos coronarios responsables de alimentar el tejido cardíaco o diversas enfermedades inflamatorias del corazón. ocurrir.

Los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares son las causas de muerte más comunes en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) predice que para 2030, 23,6 millones de personas morirán cada año debido a enfermedades cardiovasculares.

¿Qué es un ataque al corazón?

Ataque cardíaco, también conocido como infarto de miocardio; Es una afección en la que el flujo sanguíneo al músculo cardíaco se interrumpe debido a una oclusión o un estrechamiento excesivo de los vasos coronarios, que son responsables del oxígeno y el apoyo nutricional del corazón. Existe un aumento en el riesgo de daño permanente por cada segundo que el tejido del corazón no recibe suficiente sangre.

Cualquier bloqueo repentino en las arterias que alimentan el corazón puede hacer que el músculo cardíaco no reciba suficiente oxígeno, lo que provoca daños en el tejido cardíaco. Las sustancias grasas como el colesterol se acumulan en las paredes de los vasos responsables del flujo sanguíneo al corazón y forman estructuras llamadas placas. Las placas se multiplican con el tiempo, estrechando los vasos sanguíneos y creando grietas en ellos. Los coágulos que se forman en estas grietas o placas que se desprenden de la pared pueden bloquear los vasos y provocar un infarto. Si el vaso no se abre temprana y correctamente, se produce pérdida de tejido cardíaco. La pérdida reduce la potencia de bombeo del corazón y se produce insuficiencia cardíaca. En Turquía mueren cada año 200.000 personas a causa de un infarto. Esta tasa es casi 30 veces la de las muertes por accidentes de tráfico.

12 síntomas de infarto

El síntoma más básico de un ataque cardíaco es el dolor en el pecho, también conocido como dolor de corazón. Este dolor, que se siente detrás de la pared torácica, es un dolor sordo, pesado y opresivo que se siente como si alguien estuviera sentado sobre su pecho. Puede extenderse al brazo izquierdo, cuello, hombros, abdomen, barbilla y espalda. Generalmente tarda entre 10 y 15 minutos. Descansar o usar medicamentos que contienen nitratos que dilatan los vasos coronarios pueden aliviar el dolor. Otros síntomas de un ataque cardíaco pueden incluir sensación de angustia, mareos, náuseas, dificultad para respirar, fatiga fácil y alteraciones del ritmo cardíaco. El dolor cardíaco, que a veces ocurre en áreas estrechas, y los síntomas de un ataque cardíaco pueden variar de persona a persona. Esto es especialmente cierto en el caso de los síntomas de un ataque cardíaco en las mujeres.

Los síntomas que pueden ocurrir durante un ataque cardíaco se pueden resumir de la siguiente manera:

  1. Dolor, presión o malestar en el pecho: la mayoría de las personas que sufren un ataque cardíaco describen sentir dolor o malestar en el área del pecho, pero este no es el caso con todos los ataques cardíacos. En algunas personas puede aparecer una sensación de tensión opresiva en la zona del pecho. La sensación de malestar suele ser de corta duración y desaparece en unos minutos. En algunas personas, esta sensación puede volver a sentirse a las pocas horas o al día siguiente. Estos síntomas generalmente son quejas que indican que el músculo cardíaco no recibe suficiente oxígeno y se debe tener precaución, ya que puede ser necesaria una intervención médica urgente.
  2. Dolor referido: la sensación de opresión y dolor en el pecho puede reflejarse en otras partes del cuerpo durante un ataque cardíaco. En la mayoría de las personas que sufren un ataque cardíaco, el dolor en el pecho tiende a irradiarse hacia el brazo izquierdo. Aparte de esta zona, hay personas que experimentan dolor en zonas como hombros, espalda, cuello o mandíbula. Durante un infarto en mujeres se debe tener cuidado ya que el dolor también puede reflejarse en la parte inferior del abdomen y en la parte inferior del tórax. El dolor en la parte superior de la espalda es otro síntoma más común en mujeres que en hombres.
  3. Sudoración: La sudoración excesiva que no ocurre durante la actividad o el ejercicio es un síntoma que puede indicar diversos problemas cardíacos. En algunas personas también puede producirse sudoración fría excesiva.
  4. Debilidad: El estrés excesivo durante un ataque cardíaco puede hacer que una persona se sienta cansada y débil. La debilidad y la dificultad para respirar son síntomas que ocurren con mayor frecuencia en las mujeres y pueden presentarse con varios meses de anticipación en el período previo a la crisis.
  5. Dificultad para respirar: la función cardíaca y la respiración son eventos estrechamente relacionados. La dificultad para respirar, definida como la conciencia de la persona de respirar, es un síntoma importante que se produce debido a la incapacidad del corazón para bombear suficiente sangre durante una crisis.
  6. Mareos: Los mareos y los mareos se encuentran entre los síntomas de un ataque cardíaco que generalmente ocurren en pacientes femeninas. Estas situaciones no deben aceptarse como normales y la persona que las vive no debe descuidarlas.
  7. Palpitaciones: Las personas que se quejan de palpitaciones debido a un infarto se encuentran en un estado de intensa ansiedad. Algunas personas pueden describir estas palpitaciones no sólo en el pecho sino también en la zona del cuello.
  8. Problemas digestivos: algunas personas pueden experimentar diversos problemas digestivos que son síntomas ocultos de un ataque cardíaco en el período previo a la crisis. Se debe tener cuidado ya que los problemas digestivos como la indigestión y la acidez de estómago pueden ser similares a algunos síntomas de un ataque cardíaco.
  9. Hinchazón de piernas, pies y tobillos: la hinchazón de pies y piernas se desarrolla como resultado de la acumulación de líquido en el cuerpo. Esto puede ser una señal de que la insuficiencia cardíaca está empeorando.
  10. Latidos cardíacos rápidos e irregulares: se afirma que las irregularidades en los latidos cardíacos rápidos o irregulares deben tomarse en serio. Además, cuando a las palpitaciones se suman fatiga, debilidad y dificultad para respirar, puede que no sea demasiado tarde.
  11. Tos: una tos persistente y continua puede ser un signo de un ataque cardíaco. Esto se debe al flujo sanguíneo en los pulmones. En algunos casos, la tos puede ir acompañada de sangre. En tal situación, es importante no perder el tiempo.
  12. Cambio repentino en el peso corporal: aumento o pérdida de peso: el aumento o pérdida de peso repentino aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Los cambios bruscos en la dieta también pueden provocar fluctuaciones en el perfil del colesterol. Se ha observado que el riesgo de sufrir un infarto aumenta en los años siguientes en personas de mediana edad que aumentan de peso un 10 por ciento o más en poco tiempo.

Signos de ataque cardíaco en mujeres

El sexo masculino se considera un factor de riesgo de susceptibilidad a enfermedades cardíacas. Al mismo tiempo, los hombres pueden sufrir un ataque cardíaco a una edad más temprana que las mujeres. Aunque los síntomas de un ataque cardíaco pueden variar de persona a persona, los síntomas de un ataque cardíaco en los hombres generalmente consisten en síntomas clásicos. Para las mujeres, la situación es ligeramente diferente. Es necesario tener en cuenta que algunos síntomas no clásicos, como debilidad prolongada, problemas para dormir, ansiedad y dolor en la parte superior de la espalda, se consideran entre los síntomas del ataque cardíaco en las mujeres.

¿Cuáles son los tipos de ataques cardíacos?

El infarto, también definido como síndrome coronario agudo (SCA), se divide en 3 subtipos. STEMI, NSTEMI y espasmo coronario (angina inestable) conforman estos tres tipos de ataques cardíacos. STEMI es un patrón de ataque cardíaco en el que se produce una elevación en el área denominada segmento ST en el examen ECG. En el ataque cardíaco tipo NSTEMI, no existe dicha elevación de segmento en el electrocardiograma (ECG). Tanto STEMI como NSTEMI se consideran tipos importantes de ataques cardíacos que pueden ser bastante dañinos para el tejido cardíaco.

STEMI es un tipo de ataque cardíaco que ocurre cuando la nutrición de gran parte del tejido cardíaco se ve afectada como resultado de la obstrucción completa de las arterias coronarias. En el NSTEMI, las arterias coronarias están parcialmente ocluidas y, por lo tanto, es posible que no se produzcan cambios en el área denominada segmento ST en el examen ECG.

El espasmo coronario se conoce como ataque cardíaco oculto. Aunque los síntomas son similares a los del STEMI, pueden confundirse con dolores musculares, problemas digestivos y otras molestias. Cuando esta afección, que se produce debido a las contracciones en los vasos del corazón, alcanza un nivel que corta o reduce significativamente el flujo sanguíneo, puede provocar síntomas latentes de infarto. Aunque es alentador que no se produzcan daños permanentes en el tejido cardíaco durante esta situación, es una situación que no debe descuidarse ya que provoca un aumento en el riesgo de sufrir un ataque cardíaco en el futuro.

¿Cuáles son las causas del ataque cardíaco?

La formación de placas de grasa en los vasos que alimentan el corazón se encuentra entre las causas más comunes de ataque cardíaco. Aparte de esta situación, los coágulos o roturas en los vasos también pueden provocar un infarto.

Debido a diversos factores, puede producirse la acumulación de depósitos grasos llamados aterosclerosis en la pared interna de los vasos, y estas condiciones se consideran un factor de riesgo de infarto:

  • Fumar es la razón más importante que aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. El riesgo de sufrir un ataque cardíaco es casi 3 veces mayor en hombres y mujeres que fuman.
  • Cuanto mayor sea el nivel de LDL, definido como colesterol malo, en la sangre, mayor será el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Evitar alimentos con alto contenido de colesterol como despojos, soudjouk, salami, salchichas, carnes rojas, carnes fritas, calamares, mejillones, camarones, productos lácteos enteros, mayonesa, nata, nata y mantequilla puede reducir el riesgo de ataque cardíaco.
  • La diabetes es una enfermedad importante que aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. La mayoría de los pacientes diabéticos mueren a causa de un infarto. En pacientes con diabetes, la elasticidad de las paredes de los vasos se deteriora, los niveles de coagulación sanguínea pueden aumentar y el daño a las células endoteliales en la superficie interna del vaso puede volverse más fácil. Se debe tener cuidado ya que puede haber un mayor riesgo de ataque cardíaco en caso de resistencia a la insulina debido a una dieta poco saludable y la falta de actividad física.
  • El aumento de la presión en los vasos sanguíneos (presión arterial alta) es otra afección que puede aumentar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
  • Con la edad, puede producirse un deterioro de la estructura de los vasos y un aumento del daño. Esto también aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
  • La hormona estrógeno en las mujeres puede tener un efecto protector contra el riesgo de ataque cardíaco. Por tanto, el riesgo de sufrir un infarto se considera mayor en hombres y mujeres posmenopáusicas.
  • La obesidad aumenta el riesgo de ataque cardíaco al causar disfunción en los vasos sanguíneos, envejecimiento prematuro y aterosclerosis. Otras condiciones como la presión arterial alta, el colesterol y la diabetes que acompañan a la obesidad, que causan trastornos en el metabolismo de los carbohidratos y las grasas, también son importantes para la aparición de un ataque cardíaco. Si bien se prefiere la cirugía para la obesidad, se pueden preferir métodos como la liposucción láser para adelgazar y reducir el tejido graso.
  • Tener antecedentes de ataque cardíaco en familiares de primer grado de una persona, como madre, padre o hermano, aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
  • Se debe tener cuidado ya que la elevación en sangre de sustancias como la proteína C reactiva, la homocisteína, el fibrinógeno y la lipoproteína A producida en el hígado también puede estar asociada con el riesgo de ataque cardíaco.

¿Cómo se diagnostica el infarto?

El ECG (electrocardiografía), que documenta la actividad eléctrica del corazón, es una de las primeras pruebas utilizadas para detectar un posible ataque cardíaco. En este examen, realizado mediante electrodos colocados en el pecho y las extremidades, las señales eléctricas se reflejan en el papel o en el monitor en diversas ondas.

Además del ECG, en el diagnóstico de un infarto también pueden resultar útiles diversos análisis bioquímicos. Debido al daño celular durante la crisis, algunas proteínas y enzimas, especialmente la troponina, normalmente ubicada en las células del corazón, pueden pasar al torrente sanguíneo. Al examinar los niveles de estas sustancias se obtiene una idea de que la persona puede estar sufriendo un infarto.

Además del ECG y los análisis de sangre, para el diagnóstico de un infarto también se pueden utilizar exámenes radiológicos como la radiografía de tórax, la ecocardiografía (ECHO) o, en casos raros, la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (MRI).

La angiografía es una importante herramienta de diagnóstico y tratamiento del ataque cardíaco. Durante este examen, se inserta un alambre delgado en las venas del brazo o del muslo y se examinan los vasos del corazón a través de un agente de contraste que aparece oscuro en la pantalla. Si se detecta una obstrucción, el vaso se puede abrir con aplicaciones de balón llamadas angioplastia. La permeabilidad del vaso se puede mantener después de la angioplastia utilizando un tubo de alambre llamado stent distinto del balón.

¿Cuáles son los métodos de tratamiento de un ataque cardíaco?

Un ataque cardíaco es una emergencia y, cuando aparecen síntomas, es necesario acudir a un hospital de pleno derecho. La gran mayoría de las muertes relacionadas con un ataque cardíaco ocurren dentro de las primeras horas después de que comienza el ataque. Por ello, es vital que el paciente sea diagnosticado rápidamente y la intervención se realice correctamente. Si está sufriendo un ataque cardíaco, llame a los números de emergencia de inmediato e informe su situación. Además, los controles periódicos desempeñan un papel importante en el tratamiento del infarto. Si quieres obtener información sobre cómo hacer un chequeo, puedes contactar con los hospitales.

El paciente que acude a urgencias por un infarto es derivado a un cardiólogo tras administrarle los tratamientos de urgencia y anticoagulantes necesarios. Si el médico lo considera necesario, podrá realizar una angiografía para comprobar las venas del paciente. Dependiendo de los resultados de la angiografía, un consejo que incluye un cardiólogo y un cirujano cardiovascular suele determinar si se realizará medicación o cirugía. La angioplastia, el stent y la cirugía de bypass se encuentran entre las opciones de tratamiento básicas para el ataque cardíaco. En la cirugía de bypass, el cirujano cardiovascular utiliza vasos sanguíneos extraídos de otra parte del cuerpo para reparar los vasos dañados en el corazón.

Los factores de riesgo de ataque cardíaco, que es una de las principales causas de muerte en todo el mundo, se examinan en 2 grupos: modificables y no modificables. Los cambios en el estilo de vida que pueden contribuir positivamente a la salud de su corazón se pueden resumir en dejar de consumir tabaco, llevar una dieta equilibrada y saludable, hacer ejercicio, cuidar de mantener el nivel de azúcar en sangre dentro de límites normales en presencia de diabetes, mantener baja la presión arterial y desarrollar la capacidad de para controlar el estrés de la vida.

Uno de los pasos más importantes para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas es dejar de consumir tabaco. Fumar se encuentra entre los principales factores de riesgo de enfermedad de las arterias coronarias, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. En el proceso que conduce a la aterosclerosis, fumar puede tener un efecto estimulante sobre la acumulación de sustancias grasas en la pared vascular. Además del corazón, el consumo de tabaco también afecta negativamente al funcionamiento normal de otros órganos. El consumo de tabaco también puede reducir la cantidad de HDL, conocido como colesterol bueno, y aumentar la presión arterial. Debido a estas malas propiedades, después de fumar se ejerce una carga adicional sobre las venas y la persona puede volverse propensa a diversas enfermedades. Es un hecho comprobado que dejar de consumir tabaco reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y los efectos de dejar de fumar comienzan a manifestarse directamente. Con una disminución de la presión arterial, la circulación mejora y aumenta el suministro de oxígeno transportado por el cuerpo. Estos cambios también proporcionan una mejora en el nivel de energía de la persona y se vuelve más fácil realizar actividades físicas.

El ejercicio y el mantenimiento de un peso corporal saludable se encuentran entre las cuestiones más importantes para controlar la presión arterial y prevenir diversas enfermedades cardíacas. Hacer ejercicio 30 minutos al día y al menos 5 días a la semana es suficiente para mantenerse físicamente activo. No es necesario que la actividad sea de alta intensidad. Con el ejercicio resulta más fácil alcanzar un peso considerado saludable. La actividad física apoyada por una dieta equilibrada y saludable contribuye a la prevención de las complicaciones que pueden producirse por el exceso de peso apoyando las funciones normales del organismo, especialmente en el control de la presión arterial.

Es muy importante que las personas que han sufrido previamente un ataque cardíaco o han sido diagnosticadas con afecciones similares cumplan estrictamente con los medicamentos prescritos por sus médicos. Si siente los síntomas de un ataque cardíaco, debe comunicarse inmediatamente con los servicios de emergencia y obtener la ayuda médica necesaria.

Le deseamos días saludables.