¿Qué es la psoriasis? Síntomas y métodos de tratamiento.
¿Qué es la psoriasis?
La psoriasis, también conocida como psoriasis, es una enfermedad crónica e incurable y se observa en una tasa de aproximadamente el 1-3% en todo el mundo. Aunque suele comenzar alrededor de los treinta años, puede ocurrir a cualquier edad desde el nacimiento. Hay antecedentes familiares en el 30% de los casos.
En la psoriasis, las células de la piel crean varios antígenos. Estos antígenos desempeñan un papel en la activación del sistema inmunológico. Las células inmunitarias activas regresan a la piel y provocan la proliferación celular y la consiguiente formación de placas específicas de psoriasis en la piel. Por tanto, la psoriasis es una enfermedad que el organismo desarrolla contra sus propios tejidos. Estos trastornos se clasifican como enfermedades autoinmunes.
En los pacientes con psoriasis, las células linfocitos T del sistema inmunológico se activan y comienzan a acumularse en la piel. Después de la acumulación de estas células en la piel, el ciclo de vida de algunas células de la piel se acelera y estas células forman la estructura de placas duras. La psoriasis se produce como resultado del proceso de proliferación de estas células de la piel.
Las células de la piel se producen en las capas profundas de la piel, suben lentamente a la superficie y, después de un cierto período de tiempo, completan su ciclo de vida y se desprenden. El ciclo de vida de las células de la piel dura aproximadamente 1 mes. En pacientes con psoriasis, este ciclo de vida puede acortarse hasta unos pocos días.
Las células que completan su ciclo de vida no tienen tiempo de caerse y comienzan a acumularse unas encima de otras. Las lesiones que se producen de esta forma pueden aparecer como placas, especialmente en las zonas de las articulaciones, pero también en las manos, los pies, el cuello, la cabeza o la piel del rostro del paciente.
¿Qué causa la psoriasis?
La causa subyacente de la psoriasis no se ha revelado definitivamente. Estudios recientes enfatizan la idea de que los factores genéticos y relacionados con el sistema inmunológico pueden ser conjuntamente eficaces en el desarrollo de la enfermedad.
En la psoriasis, que es una enfermedad autoinmune, las células que normalmente luchan contra microorganismos extraños sintetizan anticuerpos contra los antígenos de las células de la piel y provocan la aparición de erupciones cutáneas características. Se cree que algunos factores ambientales y genéticos pueden desencadenar el desarrollo de células de la piel que se regeneran más rápido de lo normal.
Los más comunes de estos factores desencadenantes son:
- Infección de garganta o piel
- Condiciones climáticas frías y secas.
- Acompañamiento de diferentes enfermedades autoinmunes
- Traumatismos de la piel
- Estrés
- Consumo de tabaco o exposición al humo del cigarrillo.
- Consumo excesivo de alcohol
- Después de una rápida interrupción de los medicamentos derivados de esteroides
- Después del uso de algunos medicamentos utilizados para tratar la presión arterial o la malaria.
A la pregunta de si la psoriasis es contagiosa, se puede responder que esta enfermedad puede presentarse en cualquier persona y que no existe el contagio entre personas. En un tercio de los casos se puede detectar una historia de inicio en la infancia.
Tener antecedentes familiares es un factor de riesgo importante. Tener esta enfermedad en familiares cercanos puede aumentar las posibilidades de que una persona sufra psoriasis. La psoriasis genéticamente heredada se detecta en aproximadamente el 10% de las personas en el grupo de riesgo. De este 10%, el 2-3% desarrolla psoriasis.
Varios estudios han revelado que puede haber 25 regiones cardíacas diferentes asociadas con el riesgo de psoriasis. Los cambios en estas regiones genéticas pueden hacer que las células T se comporten de manera diferente a lo normal. En la piel invadida por células T se producen erupciones en forma de dilatación de los vasos sanguíneos, aceleración del ciclo celular y caspa.
¿Cuáles son los síntomas y tipos de psoriasis?
La psoriasis tiene un curso crónico y la mayoría de los pacientes experimentan placas cutáneas y caspa. La enfermedad es muy común en una cuarta parte de los casos. La recuperación espontánea es rara, pero en algunos casos pueden ocurrir períodos de remisión y exacerbación. El estrés, el alcohol, las infecciones virales o bacterianas pueden provocar brotes. El consumo de tabaco también se encuentra entre los factores que pueden agravar la enfermedad.
La mayoría de los pacientes presentan picazón y placas en la piel. En las enfermedades comunes, puede haber dificultad para mantener la temperatura corporal, escalofríos, escalofríos y aumento del consumo de proteínas. En algunos casos, puede desarrollarse reumatismo debido a la psoriasis. En el reumatismo relacionado con la psoriasis, puede ocurrir en las articulaciones de la muñeca, los dedos, la rodilla, el tobillo y el cuello. En estos casos también se producen lesiones cutáneas.
Los síntomas de la psoriasis pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero ocurren con mayor frecuencia en las rodillas, los codos, el cuero cabelludo y el área genital. Cuando la psoriasis aparece en las uñas, pueden aparecer pequeños hoyos, decoloración de color amarillo-marrón y engrosamiento de las uñas.
La psoriasis tiene diferentes formas según el tipo de lesiones cutáneas:
- Soriasis en placas
La psoriasis en placas, o psoriasis vulgar, es el subtipo más común de psoriasis y representa aproximadamente el 85% de los pacientes. Se caracteriza por erupciones grises o blancas sobre gruesas placas rojas. Las lesiones ocurren con mayor frecuencia en las rodillas, los codos, la región lumbar y el cuero cabelludo.
Estas lesiones, que varían en tamaño de 1 a 10 centímetros, pueden alcanzar un tamaño que cubre una parte del cuerpo en algunas personas. Los traumatismos causados por acciones como rascarse la piel intacta pueden desencadenar la formación de lesiones en esa zona. Esta situación, denominada fenómeno de Koebner, puede indicar que la enfermedad está activa en ese momento.
La detección de sangrado puntiforme en muestras tomadas de lesiones en pacientes con psoriasis en placas se denomina signo de Auspitz y es importante para el diagnóstico clínico.
- Psoriasis guttata
La psoriasis guttata forma lesiones en forma de pequeños círculos rojos en la piel. Es el segundo subtipo de psoriasis más común después de la psoriasis en placas y está presente en aproximadamente el 8% de los pacientes. La psoriasis guttata tiende a comenzar en la niñez y en la edad adulta temprana.
Las lesiones resultantes son pequeñas, espaciadas y en forma de gota. Las erupciones, que ocurren con mayor frecuencia en el tronco y las extremidades, también pueden aparecer en la cara y el cuero cabelludo. El grosor de la erupción es menor que el de la psoriasis en placas, pero puede espesarse con el tiempo.
Pueden existir varios factores desencadenantes en el desarrollo de la psoriasis guttata. Entre estos factores desencadenantes se encuentran las infecciones bacterianas de garganta, el estrés, las lesiones cutáneas, las infecciones y diversos medicamentos. El factor más común detectado en los niños son las infecciones del tracto respiratorio superior causadas por bacterias estreptococos. La psoriasis guttata es la forma de psoriasis con mejor pronóstico entre todos los subtipos.
- Psoriasis pustulosa
La psoriasis pustulosa, una de las formas graves de psoriasis, produce pústulas rojas, como su nombre indica. Las lesiones pueden ocurrir en muchas partes del cuerpo, incluidas áreas aisladas como las palmas de las manos y los pies, y pueden alcanzar tamaños que cubren un área grande. La psoriasis pustulosa, al igual que otros subtipos, puede afectar las zonas articulares y provocar caspa en la piel. Las lesiones pustulosas resultantes tienen la forma de ampollas blancas llenas de pus.
En algunas personas, el período de ataque en el que aparecen las pústulas y el período de remisión pueden sucederse cíclicamente. Durante la formación de pústulas, la persona puede experimentar síntomas parecidos a los de la gripe. Fiebre, escalofríos, pulso acelerado, debilidad muscular y pérdida de apetito se encuentran entre los síntomas que pueden presentarse durante este período.
- Psoriasis intertriginosa
Este subtipo de psoriasis, también llamada psoriasis flexural o inversa, generalmente ocurre en la piel de la mama, la axila y la ingle, donde se pliega la piel. Las lesiones resultantes son rojas y brillantes.
En pacientes con psoriasis intertriginosa, es posible que no se produzca erupción debido a la humedad en las zonas donde aparecen las lesiones. Se debe tener precaución ya que esta afección puede confundirse con enfermedades bacterianas o fúngicas en algunas personas.
Las personas con esta psoriasis se acompañan de diferentes subtipos en otras partes del cuerpo. Se debe tener precaución ya que las lesiones pueden empeorar con la fricción.
- Psoriasis eritrodérmica
La psoriasis eritrodérmica, también conocida como psoriasis exfoliativa, es un subtipo poco común de psoriasis que forma lesiones similares a quemaduras. Esta enfermedad puede ser lo suficientemente grave como para requerir atención médica urgente. La alteración del control de la temperatura corporal es una de las razones más importantes de hospitalización en estos pacientes.
En la psoriasis eritrodérmica, que puede cubrir una gran parte del cuerpo a la vez, la piel luce como después de una quemadura solar. Las lesiones pueden formar costras con el tiempo y caerse en forma de mohos grandes. Las erupciones que ocurren en este subtipo muy raro de psoriasis pican bastante y pueden causar ardor.
- Artritis psoriásica
La artritis psoriásica es una enfermedad reumatológica bastante dolorosa y que restringe la actividad física de la persona, y afecta aproximadamente a 1 de cada 3 pacientes con psoriasis. La artritis psoriásica se divide en 5 subgrupos diferentes según los síntomas. Actualmente, no existe ningún medicamento u otro método de tratamiento que pueda curar definitivamente esta enfermedad.
La artritis psoriásica en pacientes con psoriasis, que es esencialmente un trastorno autoinmune, ocurre después de que el sistema inmunológico ataca tanto las articulaciones como la piel. Esta afección, que puede afectar especialmente gravemente a las articulaciones de las manos, puede ocurrir en cualquier articulación del cuerpo. La aparición de lesiones cutáneas en los pacientes suele ocurrir antes de que aparezcan las molestias en las articulaciones.
¿Cómo se diagnostica la psoriasis?
El diagnóstico de la enfermedad suele realizarse por la aparición de lesiones cutáneas. La presencia de psoriasis en la familia ayuda al diagnóstico. En la mayoría de los casos, la psoriasis se puede diagnosticar mediante un examen físico y un examen de las lesiones únicamente. En el ámbito del examen físico se cuestiona la presencia de síntomas relacionados con la psoriasis. En casos sospechosos se realiza una biopsia de piel.
Durante el proceso de biopsia, se toma una pequeña muestra de piel y las muestras se envían al laboratorio para ser examinadas bajo un microscopio. Con el proceso de biopsia se puede aclarar el tipo de psoriasis.
Además del proceso de biopsia, también se pueden realizar diversas pruebas bioquímicas para apoyar el diagnóstico de psoriasis. El hemograma completo, el nivel de factor reumatoide, la velocidad de sedimentación globular (VSG), el nivel de ácido úrico, la prueba de embarazo, los parámetros de hepatitis y la prueba cutánea de PPD se encuentran entre otras herramientas de diagnóstico que se pueden aplicar.
¿Cómo se trata la psoriasis (psoriasis)?
Las opiniones personales del paciente también se tienen en cuenta a la hora de decidir el tratamiento de la psoriasis. Dado que el tratamiento será a largo plazo, el cumplimiento del plan de tratamiento por parte del paciente es muy importante. Muchos pacientes también tienen problemas metabólicos como obesidad, hipertensión e hiperlipidemia. Estas situaciones también se tienen en cuenta a la hora de planificar el tratamiento. La planificación del tratamiento se lleva a cabo según la gravedad de la enfermedad y si afecta la calidad de vida.
En los casos localizados en una determinada zona del cuerpo, se utilizan cremas para la piel adecuadas. A menudo se prefieren las cremas que contienen cortisona. Se recomiendan cremas para mantener la piel húmeda. Las mujeres embarazadas son tratadas con fototerapia y cremas de cortisona menos potentes. Antes de esto, se puede consultar al ginecólogo para obtener información de que el tratamiento no causará ningún daño.
Los medicamentos derivados de cremas, geles, espumas o aerosoles que contienen corticosteroides pueden ser útiles en casos de psoriasis leve y moderada. Estos medicamentos se usan diariamente durante las exacerbaciones y durante períodos prolongados durante los períodos en que la enfermedad no está presente. El uso prolongado de corticosteroides potentes puede provocar adelgazamiento de la piel. Otro problema que ocurre con el uso prolongado es que el fármaco pierde su eficacia.
Al realizar fototerapia (fototerapia), se utilizan rayos naturales y ultravioleta de diversas longitudes de onda. Estos rayos pueden eliminar las células del sistema inmunológico que han invadido las células sanas de la piel. En casos leves y moderados de psoriasis, los rayos UVA y UVB pueden tener un efecto positivo en el control de las molestias.
En fototerapia, la terapia PUVA (Psoralen + UVA) se aplica en combinación con psoraleno. Los rayos que se pueden utilizar en el tratamiento de la psoriasis son los rayos UVA con una longitud de onda de 311 nanómetros y los rayos UVB de banda estrecha con una longitud de onda de 313 nanómetros. Los rayos ultravioleta B (UVB) de banda estrecha se pueden utilizar en niños, mujeres embarazadas, mujeres en período de lactancia o personas mayores. El subtipo de psoriasis que mejor responde a la fototerapia es la psoriasis guttata.
En algunos casos, los médicos pueden preferir medicamentos que contengan vitamina D. El alquitrán de hulla también se encuentra entre las opciones de tratamiento. Las cremas que contienen vitamina D tienen un efecto sobre la reducción de la tasa de renovación de las células de la piel. Los productos que contienen carbón se pueden utilizar en forma de crema, aceite o champú.
En casos graves de psoriasis, se utilizan medicamentos sistémicos además de la fototerapia y también se añaden al tratamiento cremas de aplicación tópica. Es importante mantener la piel húmeda y suave. Se prefiere la terapia farmacológica sistémica, especialmente en casos de inflamación de las articulaciones y afectación de las uñas.
Los fármacos contra el cáncer como el metotrexato y la ciclosporina, las formas de vitamina A conocidas como retinoides y los fármacos derivados del fumarato se encuentran entre los fármacos sistémicos utilizados en el tratamiento de la psoriasis. En pacientes en los que se inicia el tratamiento sistémico, se deben realizar análisis de sangre de rutina y se deben controlar estrechamente las funciones hepática y renal.
Los medicamentos retinoides inhiben la producción de células de la piel. No hay que olvidar que las lesiones de psoriasis pueden reaparecer tras la interrupción del uso de estos fármacos. Los fármacos derivados de los retinoides también tienen diversos efectos secundarios, como inflamación de los labios y caída del cabello. Las mujeres embarazadas o que quieran quedar embarazadas dentro de los 3 años no deben utilizar medicamentos que contengan retinoides debido a posibles defectos congénitos.
El propósito del uso de medicamentos de quimioterapia como la ciclosporina y el metotrexato es suprimir la respuesta del sistema inmunológico. La ciclosporina es muy eficaz para controlar los síntomas de la psoriasis, pero su efecto debilitante del sistema inmunológico puede predisponer a la persona a diversas enfermedades infecciosas. Estos medicamentos también tienen otros efectos secundarios, como problemas renales y presión arterial alta.
Se ha observado que se producen menos efectos secundarios cuando se utiliza metotrexato en dosis bajas, pero no hay que olvidar que también pueden producirse efectos secundarios graves con el uso prolongado. Estos efectos secundarios graves incluyen daño hepático y alteración de la producción de células sanguíneas.
En la psoriasis existen situaciones que desencadenan la enfermedad y hacen que esta se agudice. Estos incluyen amigdalitis, infección del tracto urinario, caries, daños en la piel por rascado, abrasiones y rasguños, problemas emocionales, eventos dolorosos y estrés. Todas estas condiciones deben tratarse adecuadamente. Los pacientes que reciben apoyo psicológico de psiquiatras o psicólogos también se encuentran entre los enfoques que pueden resultar beneficiosos.
La psoriasis es una enfermedad muy sugestionable. Los sentimientos positivos del paciente acerca de mejorar pueden afectar estrechamente el curso de la enfermedad. Se acepta que estos métodos alternativos aplicados a los pacientes los alivian psicológicamente y tienen un efecto de sugestión. Por este motivo, es importante que las personas con psoriasis estén bajo la supervisión de un médico y se beneficien de los métodos tradicionales.
La relación entre los hábitos alimentarios y el estilo de vida y la psoriasis aún no se ha dilucidado por completo. Deshacerse del exceso de peso, evitar el consumo de productos que contengan grasas trans o naturales y reducir el consumo de alcohol son cambios en el plan nutricional que responden a la pregunta de qué es bueno para la psoriasis. Al mismo tiempo, los pacientes deben tener cuidado con los alimentos que consumen y que provocan que la enfermedad se agrave.
El estrés es un importante factor desencadenante de la psoriasis. Hacer frente al estrés de la vida puede resultar beneficioso tanto para reducir las exacerbaciones como para controlar los síntomas. Los ejercicios de respiración, la meditación y las prácticas de yoga se encuentran entre los métodos que se pueden utilizar para controlar el estrés.